Cómo conservar el vino

El vino es un ingrediente más de la comida y, como tal, hay que cuidarlo con tanto esmero como si fuéramos a comerlo con cuchillo y tenedor. En una buena comidauna botella puede costarnos tanto o más que un plato de marisco o un solomillo deternera, por lo que sería un error imperdonable que un descuido en su conservaciónnos arruinara la experiencia. Vamos a ver un par de normas para evitar que esto pase.

Para empezar, es importante recordar que el vino es un producto perecedero y que no está envasado al vacío, por lo que no aguantará durante años intacto en la bodega. No tiene ningún sentido guardarlo durante décadas pensado que, cuantos más años esté en reposo, más bueno será el caldo de su interior: lo único que conseguirás es pegar un sorbo de vinagre. Tampoco temas a abrirlo una noche cualquiera en casa, sin invitados:los vinos tienen que degustarse cuando a uno le apetece, no cuando hay una gran ocasión. Un jamón de bellota y un buen vino pueden proporcionar la cena perfecta de un sábado cualquiera en casa.

El vino se ha de conservar en un lugar oscuro, fresco (entre 5 y 12 °C) y libre de vibraciones. Si la botella lleva corcho, se debe guardar tumbada: así el corcho se mantiene húmedo e hinchado e impide la entrada de aire. Evita los cambios bruscos de temperatura y los olores fuertes y, si es posible, utiliza un botellero de madera o de un material que no sea conductor del calor.

Una vez abierto, guarda el vino blanco en la nevera y el tinto a temperatura ambiente, siempre que ésta no sea muy elevada. Lo ideal es acabar la botella en un par de días como máximo.

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